Hemos visto la semana pasada que Jefté fue rechazado por sus hermanos por ser hijo de una mujer ramera. Es muy difícil que digamos que Jefté, con todos sus defectos que vamos a ver, sea un prototipo de Cristo tal como Jose, pero si vemos que fue hombre rechazado y nuestro Señor Jesús también fue rechazado. Nosotros también, si somos fieles seguidores y siervos de Cristo vamos a ser rechazados. Jefté buscaba la restauración, podemos decir, de su honor como hijo de Galaad y por no tenerlo, buscaba la vanagloria de hombres ociosos que le seguían. Pero después, sus hermanos estando en graves problemas le fueron a buscar, sabiendo que a pesar de su nacimiento vergonzoso, era un hombre valiente y dotado. “Y cuando los hijos de Amón hicieron guerra contra Israel, los ancianos de Galaad fueron a traer a Jefté de la tierra de Tob; y dijeron a Jefté: Ven, y serás nuestro jefe, para que peleemos contra los hijos de Amón”.
Los Proverbios nos dicen “La dádiva del hombre le ensancha el camino y le lleva delante de los grandes”. Proverbios 18:11 Es mejor por nosotros que si tenemos don, nuestros hermanos lo reconocen antes que nosotros se lo digamos. Pero vemos en Jefté nada de la humildad que veíamos en los dos jueces, casi desconocidos Tola y Jair sino un carácter fuerte que causó mucha tristeza después, entre sus hermanos y aun en su propia familia. “Jefté entonces dijo a los ancianos de Galaad: Si me hacéis volver para que pelee contra los hijos de Amón, y Jehová los entregare delante de mí, ¿seré yo vuestro caudillo”? ¡Qué gran contraste entre Gedeón y Jefté! “Y los israelitas dijeron a Gedeón: Sé nuestro señor, tú, y tu hijo, y tu nieto; pues que nos has librado de mano de Madián. Mas Gedeón respondió: No seré señor sobre vosotros, ni mi hijo os señoreará: Jehová señoreará sobre vosotros”. Se entiende que Jefté se sentía ofendido por su mal tratamiento anterior pero el carácter que busca señorío sobre sus hermanos a rara vez en lo largo llega a ser una bendición al pueblo de Dios. Así vamos a ver como su carácter de legalismo afectaba al pueblo de Dios en una forma muy negativa.
Pero como mencionamos antes, Jefté es nombrado en Hebreos 11 como hombre de fe, y así vemos como fue usado por Jehová para librar a Israel de la mano de los amonitas. Los amonitas nos pueden ser de ejemplo de los que nos quieren robar de las cosas preciosas que tenemos en la persona de Cristo y la obra suya consumada perfectamente en la cruz. Hay muchos, como sabemos que enseñan una y otra cosa errónea y Satanás mucho lo usa para tropezar al mal instruido o ignorante de la Biblia. Anteayer, conduciendo mi bicicleta en San Diego y disfrutando un día bonito en el sol, noté con tristeza a tres o cuatro grupos de testigos de Jehová aprovechando el mismo día para imponer sus malas doctrinas en los muchos que andaban paseándose en el sol. Jefté contesta a los amonitas, vamos a decir, a través de abrir la Biblia y leérselo en voz alta. “Y Jefté volvió a enviar otros mensajeros al rey de los amonitas, para decirle: Jefté ha dicho así: Israel no tomó tierra de Moab…. Así que, lo que Jehová Dios de Israel desposeyó al amorreo delante de su pueblo Israel, ¿pretendes tú apoderarte de él”? Citaba Jefté toda la historia de cómo por muchos años Israel había poseído la tierra por la mano de Jehová y ¿cómo ahora lo iba a soltar a los amonitas?
La respuesta a la mala doctrina acerca de la persona de Cristo siempre se encuentra en la palabra de Dios abierta y leída. Tendrá su resultado bueno. “Y el Espíritu de Jehová vino sobre Jefté…” Por supuesto, notamos que no dice que fue ungido por el Espíritu de Dios ni tampoco que el Espíritu moraba en él. Eso es algo que solo pertenece a los cristianos en el día de la gracia, como el Señor Jesús dijo a sus discípulos en Juan 14:17 “el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros”. Y fue Jefté hacia los hijos de Amón para pelear contra ellos; y Jehová los entregó en su mano. Y desde Aroer hasta llegar a Minit, veinte ciudades, y hasta la vega de las viñas, los derrotó con muy grande estrago. Así fueron sometidos los amonitas por los hijos de Israel”. No nos cuenta nada acerca de la batalla menos lo de arriba pero si nos dice del voto loco que hizo Jefté.
“Y Jefté hizo voto a Jehová, diciendo: Si entregares a los amonitas en mis manos, cualquiera que saliere de las puertas de mi casa a recibirme, cuando regrese victorioso de los amonitas, será de Jehová, y lo ofreceré en holocausto”. Creo que vemos en este voto una falta de entendimiento del corazón de Jehová para con su pueblo. ¿Para qué hacer voto de esta clase, sabiendo que Jehová era por su pueblo? Lo leemos la semana pasada “él (Jehová) fue angustiado a causa de la aflicción de Israel”. Vemos en Jefté un espíritu de legalismo que perjudicaba a su familia junto con la nación de Israel después. “Entonces volvió Jefté a Mizpa, a su casa; y he aquí su hija que salía a recibirle con panderos y danzas, y ella era sola, su hija única; no tenía fuera de ella hijo ni hija. Y cuando él la vio, rompió sus vestidos, diciendo: ¡Ay, hija mía! en verdad me has abatido, y tú misma has venido a ser causa de mi dolor; porque le he dado palabra a Jehová, y no podré retractarme”. ¿No? ¿Quiso Jehová que ofreciera a su hija como holocausto por causa de su voto? Por respuesta, cito las palabras del Señor Jesús cuando los fariseos querían condenar a sus discípulos por comer trigo en el día del sábado. “Respondiendo Jesús, les dijo: ¿Ni aun esto habéis leído, lo que hizo David cuando tuvo hambre él, y los que con él estaban; cómo entró en la casa de Dios, y tomó los panes de la proposición, de los cuales no es lícito comer sino sólo a los sacerdotes, y comió, y dio también a los que estaban con él? Y les decía: El Hijo del Hombre es Señor aun del día de reposo”. Lucas 6:1-5
Consideramos este tema del legalismo más detalladamente siguiendo la historia de Jefté.
13 mayo de 2018